La «conducción eficiente» es un nuevo modo de conducir el vehículo que tiene como objeto la reducción del consumo de carburante, a la vez que una reducción en el desgaste de neumáticos, frenos y demás componentes de su automóvil.
En España, en el sector del transporte se quema más del 60% del petróleo consumido en nuestro país. De la totalidad de la energía consumida en dicho sector, el tráfico rodado consume cerca de un 80%.
De la relevancia de estas cifras surge la necesidad de plantearse la utilización del vehículo automóvil de una forma más eficiente y racional.
Esta «nueva conducción» se rige por una serie de reglas sencillas y eficaces, que tratan de aprovechar las posibilidades que ofrecen las tecnologías de los motores de los coches actuales.
Objetivos: Disminuir el consumo de carburante y la contaminación ambiental. Además de aumentar la vida del vehículo reduciendo su desgaste, un mayor confort de conducción y, por lo tanto, una disminución de los riesgos en la carretera.